Redes sociales...una explicación sencilla y clara.
6/11/08
4/11/08
DIPLOMATURA: MODULO 4
REFLEXIÓN DEL MÓDULO

TTC - Tecnologías para el trabajo colaborativo
COMO UNA ENREDADERA Y NO COMO UN ARBOL…
No existe una mejor prueba del progreso
de una civilización que la del progreso de la cooperación.
John Stuart Mill
Antes de analizar el eje temático que nos convoca en este módulo, el de las redes sociales en internet, me viene a la memoria mi vieja agenda, en la que anotaba los teléfonos, direcciones y cumpleaños de los familiares, amigos y conocidos. Antes de la explosión de la telefonía móvil, que unió el teléfono con la agenda (y posteriormente con la cámara de fotos, con el reproductor de música, el ordenador), esa agenda era la representación de mi red social: una lista provisoria, llena de retoques y tachones, que ayudaba a mi frágil memoria en una época en la que todavía memorizábamos números de teléfono y fechas de cumpleaños.
Hoy los móviles y la red han dejado obsoletas esas agendas. Nuestras redes sociales han dejado de estar representadas por esos objetos físicos y son redes sociales en línea. Nuestros contactos pueden actualizar directamente nuevos datos, y cualquier aplicación informática que elijamos para gestionar nuestra red social, se ocupa de recordarnos los cumpleaños, una reunión o cualquier otro evento. Esa red social emerge como un espacio virtual en el que los participantes pueden compartir información, fotos, vídeos, enlaces de interés, pero también comunicarse, chatear, contar qué están haciendo en ese momento, e incluso cuál es el estado de ánimo. Internet facilita aplicaciones diversas como nuevas formas de representar nuestras redes sociales, pero también como nuevos modos de construir nuestra identidad.
Ugarte plantea con mucho acierto la metáfora de la “enredadera” para comprender estas redes en su conjunto: una enredadera crece, no ensanchando el tronco sino sumando brotes y multiplicando enlaces.
De un modo similar, Howard Rheingold (2004), cuando habla de multitudes inteligentes, hace referencia a un núcleo de personas conectadas entre sí, que utilizan Internet y dispositivos móviles con un objetivo determinado. Son multitudes autoorganizadas que generan una inteligencia emergente y colectiva. La red se ha convertido en ese tercer lugar entre el mundo privado y el mundo público.
Estos conceptos nos permiten pensar en Internet como algo que supera la postura reduccionista que la plantea como una fuente inagotable de información, enfoque que no tiene en cuenta las propiedades sociales emergentes de este nuevo espacio.
Se trata entonces de pensarlo como una red como bien común, de la cual obtenemos capital de red social, capital de conocimiento y conformación de comunidades. Esto significa que pasamos del escritorio al satélite (Lash, 2005), de la lógica de “acceder para acumular”, a la del “encuentro con otros”: tecnologías, producciones, compañeros, etc. El “yo pienso” se revierte en un “nosotros pensamos y hacemos” como espacio social común donde se propicia el intercambio de experiencias y la construcción compartida de conocimientos. Es la base para la creación de las comunidades virtuales, esto es, un lugar electrónico donde las personas se reúnen para compartir experiencias e intercambiar información.
Pero es importante comprender que este espacio no es sólo un entramado de tecnologías, sino fundamentalmente de personas: nos prolongamos a través de las redes; somos seres conectados, somos en y con los otros, y a través de los otros seguimos fluyendo por las redes generando compromisos, relaciones, etc. Esto no se trata solamente de nuevas herramientas virtuales o tecnológicas. Se trata de una nueva cultura, de nuevos paradigmas, y especialmente del uso y manejo de nuevas herramientas mentales. Pensar digitalmente brinda la oportunidad de combinar el talento, el conocimiento y la experiencia de muchas personas en la construcción de redes y de sentidos más allá de nosotros mismos, a través de la cooperación y del intercambio.
Un buen ejemplo de estas nuevas oportunidades son los fenómenos blog y wiki que posibilitan entornos digitales de carácter global en los que no existen barreras culturales ni lingüísticas, al tiempo que permiten la instantaneidad, la interactividad, la ubicuidad y el sincronismo, lo que facilita el trabajo colaborativo.
Esto genera posibilidades educativas antes impensadas: existen redes sociales que conforman hoy verdaderas comunidades para la producción de conocimientos; son redes sociales de colaboración, que fomentan la generación de saberes a través de la participación colectiva de sus usuarios.
La participación en este tipo permite poner en juego una serie de competencias y habilidades, como la capacidad de resolución de problemas, la comunicación, la colaboración, la investigación, la expresión creativa.
Y esto: ¿para qué nos sirve en educación?
Si bien el trabajo en grupo no es una novedad como práctica educativa facilitadora del aprendizaje significativo, la colaboración se reducía (aún hoy!) a situaciones presenciales. Con la explosión de Internet las comunidades de aprendizaje pueden constituirse más allá del tiempo y del espacio. Las nuevas formas de comunicación y de colaboración son ya un hecho de las que el mundo de la educación no puede mantenerse al margen. Su potencial permite interactuar y colaborar con los estudiantes; compartir ideas o proponer definiciones y líneas de trabajo; generar estructuras de conocimiento compartido y una interdependencia positiva donde cada miembro es responsable por el trabajo grupal; promover habilidades de colaboración desarrollando aprendizajes más ricos y de evaluación formativa; potenciar la reflexión metacognitiva. Así se facilita el desarrollo de aquellos procesos cognitivos en lo que la interacción enriquece los resultados y estimula la creatividad.
Pero para trabajar dentro de estos entornos no basta con querer hacerlo; también es necesario disponer de aptitudes y de la necesaria apertura que hagan posible ese deseo, para poder reconocer, valorar e interpretar sistemas diferentes de organización social, y con ellos, de comunicación y de producción de conocimientos.
Frente a este enorme potencial que nos dan las tecnologías, ningún docente dudaría de la apropiación de estos nuevos recursos si se ponen al servicio de quien aprende, no para hacer meros consumidores de nuevos recursos, sino para transformar los mismos en herramientas de formación. El aprendizaje colaborativo, en tanto práctica comunicacional de encuentro para la producción y circulación de conocimiento, confrontación e inclusive acuerdos de sentido, pone en el centro de la vinculación al que aprende como dador de sentido.
Sin embargo, estos procesos nuevos de producción de conocimiento en redes, aún provoca desorientación y descreimiento en los docentes. Al centrarse en conceptos meramente tecnológicos, pone a muchos de ellos en una situación de inferioridad en la habilidad instrumental con los alumnos, sin poder apreciar que el problema radica en el no aprovechamiento de esa masa crítica de saberes instrumentales y darle una dirección hacia lo conceptual. Hay profesores que tienen habilidad en lo instrumental y usan la tecnología en su vida privada, pero no pueden aún integrarla a las prácticas escolares.
En este sentido es necesario comprender que el que aprende – el alumno - es, con su necesidad de aprender para intervenir y transformar la realidad, quien moviliza el proceso educativo. El docente acompaña, sostiene, colabora, media. Mediar pedagógicamente implica dejar pasar el mundo cognoscible. Con la potencialidad de las TIC, ese mundo cognoscible se hace presente. Su uso no se agota en su sentido pedagógico como herramienta didáctica, como pudimos estudiar y reflexionar en los módulos previos de la diplomatura. Ahora sumamos el sentido que le dan las redes: circulación, gestión, producción colaborativa. Son las que hacen posible que permanezcamos siendo alguien para los otros, generando sentidos compartidos. Asumir y vivir conciente y responsablemente la realidad relacional, abre puertas hacia el crecimiento personal y social, desde el compromiso y la libertad que nos da la misión que nos convoca: la educación.
BIBLIOGRAFÍA
Watzlawick, Paul. El sinsentido del sentido. Barcelona, Herder, 1995.
Lash, Scott. Crítica de la información. Buenos Aires, Amorrortu, 2005. Caps. 2 y 14
Watts, Duncan; Seis grados de separación. La ciencia de las redes en la era del acceso. Barcelona, Paidós, 2006.
David Ugarte. El Poder de las redes.
Rheingold, Howard. Multitudes inteligentes. La próxima revolución social. Barcelona, Gedisa, 2004. Caps. 2 y 7.
COMO UNA ENREDADERA Y NO COMO UN ARBOL…
No existe una mejor prueba del progreso
de una civilización que la del progreso de la cooperación.
John Stuart Mill
Antes de analizar el eje temático que nos convoca en este módulo, el de las redes sociales en internet, me viene a la memoria mi vieja agenda, en la que anotaba los teléfonos, direcciones y cumpleaños de los familiares, amigos y conocidos. Antes de la explosión de la telefonía móvil, que unió el teléfono con la agenda (y posteriormente con la cámara de fotos, con el reproductor de música, el ordenador), esa agenda era la representación de mi red social: una lista provisoria, llena de retoques y tachones, que ayudaba a mi frágil memoria en una época en la que todavía memorizábamos números de teléfono y fechas de cumpleaños.
Hoy los móviles y la red han dejado obsoletas esas agendas. Nuestras redes sociales han dejado de estar representadas por esos objetos físicos y son redes sociales en línea. Nuestros contactos pueden actualizar directamente nuevos datos, y cualquier aplicación informática que elijamos para gestionar nuestra red social, se ocupa de recordarnos los cumpleaños, una reunión o cualquier otro evento. Esa red social emerge como un espacio virtual en el que los participantes pueden compartir información, fotos, vídeos, enlaces de interés, pero también comunicarse, chatear, contar qué están haciendo en ese momento, e incluso cuál es el estado de ánimo. Internet facilita aplicaciones diversas como nuevas formas de representar nuestras redes sociales, pero también como nuevos modos de construir nuestra identidad.
Ugarte plantea con mucho acierto la metáfora de la “enredadera” para comprender estas redes en su conjunto: una enredadera crece, no ensanchando el tronco sino sumando brotes y multiplicando enlaces.
De un modo similar, Howard Rheingold (2004), cuando habla de multitudes inteligentes, hace referencia a un núcleo de personas conectadas entre sí, que utilizan Internet y dispositivos móviles con un objetivo determinado. Son multitudes autoorganizadas que generan una inteligencia emergente y colectiva. La red se ha convertido en ese tercer lugar entre el mundo privado y el mundo público.
Estos conceptos nos permiten pensar en Internet como algo que supera la postura reduccionista que la plantea como una fuente inagotable de información, enfoque que no tiene en cuenta las propiedades sociales emergentes de este nuevo espacio.
Se trata entonces de pensarlo como una red como bien común, de la cual obtenemos capital de red social, capital de conocimiento y conformación de comunidades. Esto significa que pasamos del escritorio al satélite (Lash, 2005), de la lógica de “acceder para acumular”, a la del “encuentro con otros”: tecnologías, producciones, compañeros, etc. El “yo pienso” se revierte en un “nosotros pensamos y hacemos” como espacio social común donde se propicia el intercambio de experiencias y la construcción compartida de conocimientos. Es la base para la creación de las comunidades virtuales, esto es, un lugar electrónico donde las personas se reúnen para compartir experiencias e intercambiar información.
Pero es importante comprender que este espacio no es sólo un entramado de tecnologías, sino fundamentalmente de personas: nos prolongamos a través de las redes; somos seres conectados, somos en y con los otros, y a través de los otros seguimos fluyendo por las redes generando compromisos, relaciones, etc. Esto no se trata solamente de nuevas herramientas virtuales o tecnológicas. Se trata de una nueva cultura, de nuevos paradigmas, y especialmente del uso y manejo de nuevas herramientas mentales. Pensar digitalmente brinda la oportunidad de combinar el talento, el conocimiento y la experiencia de muchas personas en la construcción de redes y de sentidos más allá de nosotros mismos, a través de la cooperación y del intercambio.
Un buen ejemplo de estas nuevas oportunidades son los fenómenos blog y wiki que posibilitan entornos digitales de carácter global en los que no existen barreras culturales ni lingüísticas, al tiempo que permiten la instantaneidad, la interactividad, la ubicuidad y el sincronismo, lo que facilita el trabajo colaborativo.
Esto genera posibilidades educativas antes impensadas: existen redes sociales que conforman hoy verdaderas comunidades para la producción de conocimientos; son redes sociales de colaboración, que fomentan la generación de saberes a través de la participación colectiva de sus usuarios.
La participación en este tipo permite poner en juego una serie de competencias y habilidades, como la capacidad de resolución de problemas, la comunicación, la colaboración, la investigación, la expresión creativa.
Y esto: ¿para qué nos sirve en educación?
Si bien el trabajo en grupo no es una novedad como práctica educativa facilitadora del aprendizaje significativo, la colaboración se reducía (aún hoy!) a situaciones presenciales. Con la explosión de Internet las comunidades de aprendizaje pueden constituirse más allá del tiempo y del espacio. Las nuevas formas de comunicación y de colaboración son ya un hecho de las que el mundo de la educación no puede mantenerse al margen. Su potencial permite interactuar y colaborar con los estudiantes; compartir ideas o proponer definiciones y líneas de trabajo; generar estructuras de conocimiento compartido y una interdependencia positiva donde cada miembro es responsable por el trabajo grupal; promover habilidades de colaboración desarrollando aprendizajes más ricos y de evaluación formativa; potenciar la reflexión metacognitiva. Así se facilita el desarrollo de aquellos procesos cognitivos en lo que la interacción enriquece los resultados y estimula la creatividad.
Pero para trabajar dentro de estos entornos no basta con querer hacerlo; también es necesario disponer de aptitudes y de la necesaria apertura que hagan posible ese deseo, para poder reconocer, valorar e interpretar sistemas diferentes de organización social, y con ellos, de comunicación y de producción de conocimientos.
Frente a este enorme potencial que nos dan las tecnologías, ningún docente dudaría de la apropiación de estos nuevos recursos si se ponen al servicio de quien aprende, no para hacer meros consumidores de nuevos recursos, sino para transformar los mismos en herramientas de formación. El aprendizaje colaborativo, en tanto práctica comunicacional de encuentro para la producción y circulación de conocimiento, confrontación e inclusive acuerdos de sentido, pone en el centro de la vinculación al que aprende como dador de sentido.
Sin embargo, estos procesos nuevos de producción de conocimiento en redes, aún provoca desorientación y descreimiento en los docentes. Al centrarse en conceptos meramente tecnológicos, pone a muchos de ellos en una situación de inferioridad en la habilidad instrumental con los alumnos, sin poder apreciar que el problema radica en el no aprovechamiento de esa masa crítica de saberes instrumentales y darle una dirección hacia lo conceptual. Hay profesores que tienen habilidad en lo instrumental y usan la tecnología en su vida privada, pero no pueden aún integrarla a las prácticas escolares.
En este sentido es necesario comprender que el que aprende – el alumno - es, con su necesidad de aprender para intervenir y transformar la realidad, quien moviliza el proceso educativo. El docente acompaña, sostiene, colabora, media. Mediar pedagógicamente implica dejar pasar el mundo cognoscible. Con la potencialidad de las TIC, ese mundo cognoscible se hace presente. Su uso no se agota en su sentido pedagógico como herramienta didáctica, como pudimos estudiar y reflexionar en los módulos previos de la diplomatura. Ahora sumamos el sentido que le dan las redes: circulación, gestión, producción colaborativa. Son las que hacen posible que permanezcamos siendo alguien para los otros, generando sentidos compartidos. Asumir y vivir conciente y responsablemente la realidad relacional, abre puertas hacia el crecimiento personal y social, desde el compromiso y la libertad que nos da la misión que nos convoca: la educación.
BIBLIOGRAFÍA
Watzlawick, Paul. El sinsentido del sentido. Barcelona, Herder, 1995.
Lash, Scott. Crítica de la información. Buenos Aires, Amorrortu, 2005. Caps. 2 y 14
Watts, Duncan; Seis grados de separación. La ciencia de las redes en la era del acceso. Barcelona, Paidós, 2006.
David Ugarte. El Poder de las redes.
Rheingold, Howard. Multitudes inteligentes. La próxima revolución social. Barcelona, Gedisa, 2004. Caps. 2 y 7.
Etiquetas:
aprendizaje colaborativo,
potencial,
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21/10/08
PARA COMPARTIR
Les presento al Dr Alfonso López Quintás: escuela de creatividad.
Nos puede ayudar a reflexionar sobre la necesidad de pensar con rigor...
¿cómo podemos ayudar a pensar con rigor en nuestras clases usando las TIC?
"Saber para poder, poder para servir"
http://www.youtube.com/watch?v=QEVnPpgrCZM
Nos puede ayudar a reflexionar sobre la necesidad de pensar con rigor...
¿cómo podemos ayudar a pensar con rigor en nuestras clases usando las TIC?
"Saber para poder, poder para servir"
http://www.youtube.com/watch?v=QEVnPpgrCZM
25/7/08
DIPLOMATURA: MODULO 3

REFLEXIÓN DEL MODULO:
EATIC - Enseñar y aprender con TIC
PROGRAMAR LA ENSEÑANZA CON TECNOLOGÍA:
UNA OPORTUNIDAD?
Enseñar con TICS: lo que sabemos hasta aquí es que los dos términos mantienen una relación y articulación entre sí. Veamos entonces los términos de esa relación.
Estanislao Antelo, autor que cito seguido en mis reflexiones por su estilo particular al escribir, invita a pensar la enseñanza[1] en términos de receta, pero no de las que se aplican automáticamente repitiendo fórmulas de otros, porque repetir provoca cierto malestar. Se repite – afirma – y es porque algo cayó mal o hay dificultad para diferirlo; es lo que él llama dispepsia pedagógica. Las recetas que propone tienen que ver con un preparado y un modo de hacer gustar, probar, saborear. Enseñar trata entonces de dar sabor.
O como afirma Perkins (1995: 7) en su Teoría Uno: la gente aprende más cuando tiene una oportunidad razonable y una motivación para hacerlo con información clara, práctica reflexiva, realimentación informativa y fuerte motivación instrínseca y extrínseca.
Este desafío – dar sabor y estar motivado - implica saber qué, cómo y cuándo hacerlo y qué recursos usar para tomar desiciones que valgan la pena. (Salinas, 1999)[2]Programar la enseñanza es elegir aquellas opciones que definirán la experiencia de aprendizaje para los alumnos.
Apelando un poco a la historia, los conceptos de enseñanza y aprendizaje estuvieron asociados, primero, al conductismo; más tarde al descubrimiento o al tiempo dedicado a la tarea. Hoy se habla de aprendizaje cooperativo y de la construcción social del conocimiento. Y cada teoría significó, en cada contexto, una cultura en relación a prácticas y recursos de motivación para enseñar y aprender. Quizá puede pensarse que en cada caso surgieron teorías y prácticas de moda que intentaron aparecer como el síndrome del salvador (Perkins 1995:6) revelando cierta impaciencia por alcanzar una solución rápida o aparecer como un profesional actualizado.
Lo cierto es que enseñar es una actitud heurística – arte de reinventar – con cierto diseño o guión, pero abierta siempre, no sólo a lo imprevisible, sino también a todo aquello que hace que un docente ponga en marcha en sus clases como fruto del estudio permanente y la comprensión del contexto y del momento. Es bien sabida la capacidad que tenemos los maestros y profesores de sobreponernos al cambio de decorado en nuevos escenarios, que en los últimos tiempos mudan con más frecuencia.
En este sentido, programar la enseñanza con tecnologías hoy aparece como una herramienta interesante para que el escenario del aula se decore con una nueva oportunidad. Pero para que este recurso no aparezca como un nuevo salvador, es imprescindible reflexionar sobre su potencial para que favorezca procesos de reflexión, comprensión y análisis crítico, y no sea una incorporación de una herramienta pedagógica más que acompaña y hasta refuerza el modelo tradicional de enseñar y aprender, o lo que es lo mismo, “domesticar la tecnología”. Así es como D. Jonassen [3] explica con claridad la diferencia entre aprender de, sobre o con la computadora, y a partir de esta distinción afirma que la finalidad en la incorporación de la tecnología en la enseñanza es que se usen como herramientas cognitivas – las MINDTOOLS - . Estas socias intelectuales desarrollan la cognición comprometiendo a los estudiantes en el uso o aplicación de operaciones de pensamiento complejas. Y esto supone, especialmente para el profesorado, el aprendizaje de nuevas estrategias de enseñanza y el olvido de algunas viejas. (B. Gros Salvatt, 2000), que faciliten el aprendizaje constructivo y cooperativo que, de acuerdo a Simmons (1993) [4] logre que el aprendizaje sea activo, acumulativo, integrador, reflexivo e intencional, hacia una escuela inteligente, que como dice Perkins (1995:6), además de saber cómo enseñar, parte con claridad del qué enseñar.
El uso de la tecnología colabora en amplificar y reorganizar el pensamiento de los alumnos. Las herramientas informáticas, al funcionar como socias intelectuales comparten la tarea cognitiva, esto es, cuando los alumnos usan la computadora como socias, dejan de lado las tareas de memorización improductiva, favoreciendo así pensar en forma productiva, creativa y colaborativa.
Pensándolo así, creo que programar la enseñanza con tecnologías es una oportunidad para docentes y alumnos porque diversifica las oportunidades pedagógicas y facilita pensar en proyectos que admitan modos alternativos de trabajo intelectual y expresión simbólica.
BIBLIOGRAFÍA
ADELL, J. (2004) “Internet en el aula: las WebQuest” Edutec: Revista Electrónica de Tecnología Educativa, no. 17, 2004. Disponible en la siguiente URL:http://www.uib.es/depart/gte/edutec-e/revelec17/adell_16a.htm
Enseñar con TICS: lo que sabemos hasta aquí es que los dos términos mantienen una relación y articulación entre sí. Veamos entonces los términos de esa relación.
Estanislao Antelo, autor que cito seguido en mis reflexiones por su estilo particular al escribir, invita a pensar la enseñanza[1] en términos de receta, pero no de las que se aplican automáticamente repitiendo fórmulas de otros, porque repetir provoca cierto malestar. Se repite – afirma – y es porque algo cayó mal o hay dificultad para diferirlo; es lo que él llama dispepsia pedagógica. Las recetas que propone tienen que ver con un preparado y un modo de hacer gustar, probar, saborear. Enseñar trata entonces de dar sabor.
O como afirma Perkins (1995: 7) en su Teoría Uno: la gente aprende más cuando tiene una oportunidad razonable y una motivación para hacerlo con información clara, práctica reflexiva, realimentación informativa y fuerte motivación instrínseca y extrínseca.
Este desafío – dar sabor y estar motivado - implica saber qué, cómo y cuándo hacerlo y qué recursos usar para tomar desiciones que valgan la pena. (Salinas, 1999)[2]Programar la enseñanza es elegir aquellas opciones que definirán la experiencia de aprendizaje para los alumnos.
Apelando un poco a la historia, los conceptos de enseñanza y aprendizaje estuvieron asociados, primero, al conductismo; más tarde al descubrimiento o al tiempo dedicado a la tarea. Hoy se habla de aprendizaje cooperativo y de la construcción social del conocimiento. Y cada teoría significó, en cada contexto, una cultura en relación a prácticas y recursos de motivación para enseñar y aprender. Quizá puede pensarse que en cada caso surgieron teorías y prácticas de moda que intentaron aparecer como el síndrome del salvador (Perkins 1995:6) revelando cierta impaciencia por alcanzar una solución rápida o aparecer como un profesional actualizado.
Lo cierto es que enseñar es una actitud heurística – arte de reinventar – con cierto diseño o guión, pero abierta siempre, no sólo a lo imprevisible, sino también a todo aquello que hace que un docente ponga en marcha en sus clases como fruto del estudio permanente y la comprensión del contexto y del momento. Es bien sabida la capacidad que tenemos los maestros y profesores de sobreponernos al cambio de decorado en nuevos escenarios, que en los últimos tiempos mudan con más frecuencia.
En este sentido, programar la enseñanza con tecnologías hoy aparece como una herramienta interesante para que el escenario del aula se decore con una nueva oportunidad. Pero para que este recurso no aparezca como un nuevo salvador, es imprescindible reflexionar sobre su potencial para que favorezca procesos de reflexión, comprensión y análisis crítico, y no sea una incorporación de una herramienta pedagógica más que acompaña y hasta refuerza el modelo tradicional de enseñar y aprender, o lo que es lo mismo, “domesticar la tecnología”. Así es como D. Jonassen [3] explica con claridad la diferencia entre aprender de, sobre o con la computadora, y a partir de esta distinción afirma que la finalidad en la incorporación de la tecnología en la enseñanza es que se usen como herramientas cognitivas – las MINDTOOLS - . Estas socias intelectuales desarrollan la cognición comprometiendo a los estudiantes en el uso o aplicación de operaciones de pensamiento complejas. Y esto supone, especialmente para el profesorado, el aprendizaje de nuevas estrategias de enseñanza y el olvido de algunas viejas. (B. Gros Salvatt, 2000), que faciliten el aprendizaje constructivo y cooperativo que, de acuerdo a Simmons (1993) [4] logre que el aprendizaje sea activo, acumulativo, integrador, reflexivo e intencional, hacia una escuela inteligente, que como dice Perkins (1995:6), además de saber cómo enseñar, parte con claridad del qué enseñar.
El uso de la tecnología colabora en amplificar y reorganizar el pensamiento de los alumnos. Las herramientas informáticas, al funcionar como socias intelectuales comparten la tarea cognitiva, esto es, cuando los alumnos usan la computadora como socias, dejan de lado las tareas de memorización improductiva, favoreciendo así pensar en forma productiva, creativa y colaborativa.
Pensándolo así, creo que programar la enseñanza con tecnologías es una oportunidad para docentes y alumnos porque diversifica las oportunidades pedagógicas y facilita pensar en proyectos que admitan modos alternativos de trabajo intelectual y expresión simbólica.
BIBLIOGRAFÍA
ADELL, J. (2004) “Internet en el aula: las WebQuest” Edutec: Revista Electrónica de Tecnología Educativa, no. 17, 2004. Disponible en la siguiente URL:http://www.uib.es/depart/gte/edutec-e/revelec17/adell_16a.htm
GROS SALVAT, B (2000): El ordenador invisible. Barcelona: Gedisa. Cap. III y VIII.
JONASSEN, D. H. (1996) Learning from, learning about, and learning with computing: a rationale for mindtools. Computer in the classroom: mindtools for critical thinking. (pp.3-22) Englewood Cliffs, New Jersey : Merrill Prentice- Hall.
PERKINS, D. (1995), “Cap. 3: La enseñanza y el aprendizaje: la teoría uno y más allá de la teoría uno”, en: Perkins, D., La escuela inteligente. Del adiestramiento de la memoria a la educación de la mente, Gedisa, Barcelona
SALOMON, G., PERKINS, D. Y GLOBERSON, T. (1992), “Coparticipando en el conocimiento: la ampliación de la inteligencia humana con las tecnologías inteligentes”, en Revista CL&E Comunicación, lenguaje y educación Nº 13:6-22.
SALOMON, GAVRIEL Y ALMOG, TAMAR (1998) Psicología educativa y tecnología: una cuestión de relaciones recíprocas. Teachers College Record, 100(2), 222-41.
29/6/08
DIPLOMATURA: MODULO 2

REFLEXIÓN DEL MÓDULO:
Según C.Cobo Romaní y H.PardoKuklinski [1] hoy existe un entorno virtual de convivencia entre aplicaciones estándares con escasa interactividad y otras de escritura colaborativa. Pero la web en su conjunto empieza a dibujar un nuevo escenario de contenidos y meta-información en plena transformación hacia los principios de la web 2.0 (:27)
El concepto de web 2.0 -la participativa y creada por los propios usuarios- marca el presente de internet y sus próximos años. Es el triunfo de Flickr (almacenamiento de fotos), Wikipedia (la enciclopedia libre) o de los blogs (bitácoras multimedia) frente a las viejas y estáticas webs. Además, tres palabras se unen al éxito de los proyectos de internet en el futuro: movilidad (gracias a los móviles), interactividad (multimedia, teléfono, opinión y comercio electrónico) y la seguridad que proteja a los usuarios.
Es lo que podríamos llamar cultura blog, caracterizada por la voluntad y el deseo de compartir pensamientos y experiencias, la creciente importancia de saber lo que otros piensan, una cultura de la velocidad, considerarse "ciudadanos del mundo", ser solidarios entre sí y, cuando es posible, relacionarse en la vida real, etc. Ya no es suficiente con ser consumidor pasivo de contenidos creados por otros; los usuarios expresan y ejercen su derecho de enriquecer la web con sus propios contenidos y moldearla según sus intereses. La cultura blog también implica la intención de ser parte activa de la web a través de la creatividad compartida y los contenidos abiertos, puestos a disposición de otros. Se quiere dar a conocer qué pensamos (blogs), cómo somos y cómo nos vemos (fotologs), qué escuchamos (redes de intercambio de música y video), qué sabemos (wikipedia), etc.
Sobre estos procesos de socialización y creación colectiva se sustenta el nacimiento de la llamada Web participativa o Web 2.0.
¿Cómo afecta al ámbito educativo?
Los autores en el capítulo 5 expresan que la educación es un área clave asociada a esta fase de escritura social y que es preciso comprender la potencialidad de la arquitectura de la participación en la educación formal. Está claro que la filosofía de la red 2.0 se basa en el componente social y potencia la comunicación, la colaboración y el intercambio. Si la docencia, y el proceso de enseñanza y aprendizaje se basan en la comunicación, sería absurdo no aprovechar la potencia y el alcance de la web para desarrollar valores de participación, colaboración y construcción colectiva del conocimiento. Por otra parte, los profesores nos encontramos hoy ante una generación de nativos digitales; chicos y chicas que han nacido y crecido en la era de Internet, que necesitan desarrollar competencias acordes a las exigencias de la Sociedad de la Información. La tecnología no les es hostil, se adaptan a ella y desarrollan habilidades multitarea que son difíciles de alcanzar para los inmigrantes digitales, que somos aquellos que sobrepasamos los treinta.
La innovación tecnológica sigue su curso, supone una oportunidad, una posibilidad de hacer de la cultura un territorio más libre, y accesible para todos, de cambiar el modelo educativo vigente, en el que sigue predominando la clase magistral, por otro realmente centrado en la actividad del alumno y en la construcción social del conocimiento. Pero es solo una oportunidad, que se hará realidad en la medida en que seamos capaces de involucrarnos y de dirigir ese cambio.
Pero tras este momento de fascinación por las enormes posibilidades que nos ofrecen lo servicios de la web 2.0, y la naturalidad con que comenzamos a utilizarlos, no deben oscurecer la reflexión que se impone como necesaria antes de tomar decisiones sobre su uso – que no sean meros “memes” al decir de los autores (:39). Hacer un uso cabal de la web 2.0 implica formar al ciudadano digital, esto es, implica mucho más que habilidades instrumentales relacionadas a la alfabetización digital; significa saber reconocer, comprender y decidir de forma crítica e informada. De allí el interés de este libro de acompañar con flexión tecnológica con su correspondiente torsión cognitiva (:23) de modo de denunciar las falacias y los puntos más débiles (…) pasando por la ingenuidad de suponer que a mayor velocidad, más eficacia y comprensión (:24)
Y algo más … creo imprescindible preguntarnos cuáles debe ser los valores y referentes con los que abordar los cambios necesarios para establecer marcos de sentido y condiciones que puedan hacer provechosa esta cultura blog, sin olvidar 3 ideas o principios que considero son el eje vertebrador que sigue vinculando la educación con la utopía:
1 – afirmar el valor universal y permanente de la educación, y de la educación institucionalizada, reconociendo a la vez las posibilidades que sobrepasan sus espacios y tiempos: la educación es el ámbito privilegiado de transmisión de la cultura
2 – afirmar que, además de la transmisión cultural, la educación trasciende los planteos académicos, y que debe contribuir al bien total de la persona para la autoconducción de su proyecto personal de vida
3 – afirmar la necesidad de la renovación permanente de la educación que pueda siempre ofrecer a las nuevas generaciones – generación 2.0 – mejores posibilidades de desarrollo y madurez, desde una conciencia lúcida que conjugue al mismo tiempo finalidades y contenidos, nuevos recursos y métodos, que puedan servir para crear oportunidades para todos.
BIBLIOGRAFÍA
ANDERSON, Paul. What is de web 2.0? Ideas, Technologies, and applications for educations. Traducción al español. Disponible en: http:// www.eduteka.org/Web20Ideas.php
COBO ROMANÍ, Cristóbal y PARDO KUKLINSKI, Hugo. (2007) Planeta Web 2.0.Inteligencia colectiva o medios fase food. FLACSO México. Grup de Recerca D’interaccions digital.
Wikipedia vs enciclopedia británica:la discusión en los blogs. Disponible en:http://clarín.com/diario/2006/01/11/um/m-01122651.htm
DIPLOMATURA EN EDUCACIÒN Y TICS. MODULO 2. SESION 1, 2, 3 Y 4. FLACSO. (2008)
El concepto de web 2.0 -la participativa y creada por los propios usuarios- marca el presente de internet y sus próximos años. Es el triunfo de Flickr (almacenamiento de fotos), Wikipedia (la enciclopedia libre) o de los blogs (bitácoras multimedia) frente a las viejas y estáticas webs. Además, tres palabras se unen al éxito de los proyectos de internet en el futuro: movilidad (gracias a los móviles), interactividad (multimedia, teléfono, opinión y comercio electrónico) y la seguridad que proteja a los usuarios.
Es lo que podríamos llamar cultura blog, caracterizada por la voluntad y el deseo de compartir pensamientos y experiencias, la creciente importancia de saber lo que otros piensan, una cultura de la velocidad, considerarse "ciudadanos del mundo", ser solidarios entre sí y, cuando es posible, relacionarse en la vida real, etc. Ya no es suficiente con ser consumidor pasivo de contenidos creados por otros; los usuarios expresan y ejercen su derecho de enriquecer la web con sus propios contenidos y moldearla según sus intereses. La cultura blog también implica la intención de ser parte activa de la web a través de la creatividad compartida y los contenidos abiertos, puestos a disposición de otros. Se quiere dar a conocer qué pensamos (blogs), cómo somos y cómo nos vemos (fotologs), qué escuchamos (redes de intercambio de música y video), qué sabemos (wikipedia), etc.
Sobre estos procesos de socialización y creación colectiva se sustenta el nacimiento de la llamada Web participativa o Web 2.0.
¿Cómo afecta al ámbito educativo?
Los autores en el capítulo 5 expresan que la educación es un área clave asociada a esta fase de escritura social y que es preciso comprender la potencialidad de la arquitectura de la participación en la educación formal. Está claro que la filosofía de la red 2.0 se basa en el componente social y potencia la comunicación, la colaboración y el intercambio. Si la docencia, y el proceso de enseñanza y aprendizaje se basan en la comunicación, sería absurdo no aprovechar la potencia y el alcance de la web para desarrollar valores de participación, colaboración y construcción colectiva del conocimiento. Por otra parte, los profesores nos encontramos hoy ante una generación de nativos digitales; chicos y chicas que han nacido y crecido en la era de Internet, que necesitan desarrollar competencias acordes a las exigencias de la Sociedad de la Información. La tecnología no les es hostil, se adaptan a ella y desarrollan habilidades multitarea que son difíciles de alcanzar para los inmigrantes digitales, que somos aquellos que sobrepasamos los treinta.
La innovación tecnológica sigue su curso, supone una oportunidad, una posibilidad de hacer de la cultura un territorio más libre, y accesible para todos, de cambiar el modelo educativo vigente, en el que sigue predominando la clase magistral, por otro realmente centrado en la actividad del alumno y en la construcción social del conocimiento. Pero es solo una oportunidad, que se hará realidad en la medida en que seamos capaces de involucrarnos y de dirigir ese cambio.
Pero tras este momento de fascinación por las enormes posibilidades que nos ofrecen lo servicios de la web 2.0, y la naturalidad con que comenzamos a utilizarlos, no deben oscurecer la reflexión que se impone como necesaria antes de tomar decisiones sobre su uso – que no sean meros “memes” al decir de los autores (:39). Hacer un uso cabal de la web 2.0 implica formar al ciudadano digital, esto es, implica mucho más que habilidades instrumentales relacionadas a la alfabetización digital; significa saber reconocer, comprender y decidir de forma crítica e informada. De allí el interés de este libro de acompañar con flexión tecnológica con su correspondiente torsión cognitiva (:23) de modo de denunciar las falacias y los puntos más débiles (…) pasando por la ingenuidad de suponer que a mayor velocidad, más eficacia y comprensión (:24)
Y algo más … creo imprescindible preguntarnos cuáles debe ser los valores y referentes con los que abordar los cambios necesarios para establecer marcos de sentido y condiciones que puedan hacer provechosa esta cultura blog, sin olvidar 3 ideas o principios que considero son el eje vertebrador que sigue vinculando la educación con la utopía:
1 – afirmar el valor universal y permanente de la educación, y de la educación institucionalizada, reconociendo a la vez las posibilidades que sobrepasan sus espacios y tiempos: la educación es el ámbito privilegiado de transmisión de la cultura
2 – afirmar que, además de la transmisión cultural, la educación trasciende los planteos académicos, y que debe contribuir al bien total de la persona para la autoconducción de su proyecto personal de vida
3 – afirmar la necesidad de la renovación permanente de la educación que pueda siempre ofrecer a las nuevas generaciones – generación 2.0 – mejores posibilidades de desarrollo y madurez, desde una conciencia lúcida que conjugue al mismo tiempo finalidades y contenidos, nuevos recursos y métodos, que puedan servir para crear oportunidades para todos.
BIBLIOGRAFÍA
ANDERSON, Paul. What is de web 2.0? Ideas, Technologies, and applications for educations. Traducción al español. Disponible en: http:// www.eduteka.org/Web20Ideas.php
COBO ROMANÍ, Cristóbal y PARDO KUKLINSKI, Hugo. (2007) Planeta Web 2.0.Inteligencia colectiva o medios fase food. FLACSO México. Grup de Recerca D’interaccions digital.
Wikipedia vs enciclopedia británica:la discusión en los blogs. Disponible en:http://clarín.com/diario/2006/01/11/um/m-01122651.htm
DIPLOMATURA EN EDUCACIÒN Y TICS. MODULO 2. SESION 1, 2, 3 Y 4. FLACSO. (2008)
[1] COBO ROMANÍ, Cristóbal y PARDO KUKLINSKI, Hugo. (2007) Planeta Web 2.0.Inteligencia colectiva o medios fase food. FLACSO México. Grup de Recerca D’interaccions digital.
DIPLOMATURA: MODULO 1

REFLEXIÓN DEL MÓDULO:
TyD - Transformaciones y desafíos de la educación
NUEVOS TIEMPOS PARA LA EDUCACIÓN
Las nuevas tecnologías de la comunicación están configurando un nuevo tipo de relación comunicativa en la sociedad y, por extensión, en los procesos de enseñanza y aprendizaje, pero no sólo en el proceso como tal, sino también en su organización, gestión y significado.
El nuevo paradigma de la S.I. se caracteriza por las metáforas de la interactividad, la descentralización, la conectividad, la virtualización, el almacenaje. El cambio de las formas tradicionales de procesamiento de la información emigran hacia la esfera digital. Y esto se da en un nuevo orden global que se caracteriza por el ritmo acelerado de los acontecimientos y la gran explosión científica y tecnológica que trajeron aparejados cambios en los sistemas de producción, distribución y consumo; la organización del trabajo, el empleo y la redefinición de las competencias; la cultura y la organización social; la política y la reconfiguración del poder; los modos de vida personal, las costumbres y pautas sociales de conducta.
Asi como en la primera revolución industrial la invención de la máquina a vapor fue el factor central, la electricidad lo fue para la segunda. (Castells, 1997). Hoy la revolución tecnológica se organiza en torno a las tecnologías de la información y la comunicación, conjunto convergente de tecnología en microelectrónica, computación, telecomunicaciones/transmisiones y la optoelectrónica (…) y la ingeniería genética. (Castells, 1997)
Frente a ello se abre necesariamente el debate sobre la influencia de estas tecnologías en todos los ámbitos de la sociedad, desde el económico al cultural, desde el político al formativo, abriendo nuevas formas de interacción entre las personas, nuevos mercados para el consumo, nuevas estrategias de formación y nuevas formas de ocio y diversión; debate necesario también sobre nuevos objetos simbólicos, nuevas formas de conexión y nuevas formas de organización de los escenarios en general, y en especial, de la educación; debate que no sólo pone en el tapete cuestiones técnicas, sino también humanas y sociales: las nuevas tecnologías de la información no son simples herramientas para ser aplicadas, sino que son procesos para ser desarrollados. (Castells, 1997)
Si prestamos atención a las mochilas de nuestros alumnos o a nuestros portafolios de docentes, comprobaremos con facilidad que en estos últimos años se ha producido un cambio en los materiales y herramientas que encontramos en ellos. Vemos cómo, además de lápices o cuadernos, otra serie de dispositivos comenzaron a ocupar una parte importante del espacio. Así celulares, memorias usb, cd, dvd, pendrive, empezaron a ser más frecuentes en el ámbito escolar. Y así también el DVD portátil, las play station, los joystick, la cámara digital, el mp4, la notebook, se sumaron, como otras herramientas tecnológicas, a la vida personal, familiar y profesional.
En algunos casos esta aparición – adquisición fue lenta (“ya me compré la compu….entré al siglo XXI – me contaba una docente); en otros fue más rápida. En esta galaxia de nuevas herramientas tecnológicas la experiencia no es homogénea para todos, ya que su incorporación ha sido diferente en distintos tiempos y geografías. Mientras en un pueblo de la puna, perdido en medio de los cerros, la escuela del lugar recibe computadoras desde un programa estatal cuando aún no cuenta con energía eléctrica pues vive gracias a la energía solar, en otra escuela de algún barrio de la ciudad, el gabinete de computación sólo es abierto y usado en la hora de informática. La sociedad informacional es más excluyente que incluyente: la brecha registrada entre sectores sociales y regiones geográficas crecientemente marginados de la distribución de los beneficios generados conforme se va consolidando con el nuevo modo de desarrollo. (módulo 1, sesión 1:12)
En lo personal el acceso a las nuevas herramientas tecnológicas se produce a medida que la capacidad adquisitiva lo permite o que descubro nuevas utilidades.
Pero a medida que son incorporadas se observa la existencia de una diferencia generacional con los alumnos teniendo el docente que adaptarse al uso de las máquinas como algo nuevo, mientras ellos crecen utilizando videos, juegos electrónicos, computadora, que forman parte de su vida, lo que hace que las dominen más rápidamente. Parafraseando a E. Morin (1999:39):
¿Quién hubiera pensado que la primera computadora programable, o el transistor fuente de la microelectrónica traería una revolución tecnológica con cambios tan acelerados y sin precedentes?
¿Quién hubiera imaginado que las NTIC tuvieran la potencialidad de distribuir conocimientos e información con tanta rapidez?
¿Qué docente hubiera imaginado que se vería ante el desafío de enseñar en una escuela moderna con alumnos de la era digital en los comienzos del siglo XXI?
¿Qué docente hubiera imaginado que necesite de la ayuda de sus alumnos para poder entenderse con las nuevas herramientas de la tecnología y la informática?
El cambio del rol del docente no es sólo una cuestión teórica, es también una cuestión emocional, ya que la necesidad de aprender a la vez que los alumnos, deja al descubierto mucho más de uno mismo que cuando se transmite un conocimiento previamente organizado. Pero además, los profesores no aceptan con tanta facilidad que la posesión de conocimientos es cada vez más compartida y sienten temor de perder autoridad y verse superados por los alumnos.
No cabe duda entonces que este nuevo panorama está transformando la ecología del aula y las funciones docentes. El desarrollo tecnológico nos está situando ante un nuevo paradigma de la enseñanza que da lugar a nuevas metodologías y nuevos roles docentes. Y no solo eso. Está la interacción que realizamos con las tecnologías de la información, que no sólo aporta información, sino también modifican y reestructuran la estructura cognitiva por los diversos sistemas simbólicos movilizados, favoreciendo habilidades cognitivas nuevas al ofrecer diferentes formas de codificar la realidad y potenciar el desarrollo cognitivo.
Es esta una nueva demanda a la función docente: el maestro debe autoreconocerse como un estudiante de por vida. Debe entender que, como educador en el siglo XXI, es responsable de su auto-formación. Tiene en sus manos la responsabilidad de fortalecer su rol actualizando sus conocimientos, métodos, estrategias, teorías y prácticas pedagógicas. Y para ello se necesita tiempo, como lo define con tanta claridad y sencillez Estanislao Antelo (1999:35): el que enseña es un experto en sujeciones. Apuesta a lo que puede suceder y cede ¿qué cede? Tiempo. (…) Para enseñar, el profesor toma y se toma su tiempo. También les da tiempo a los alumnos y se lo toma. Se dice que hay que respetar los tiempos de los otros. Se dice que hay que tener tiempo para preparar las recetas (…)el tiempo, además, tiene una particularidad. Está un poco loco. Si el tiempo está un poco loco, enseñar es estar un poco loco (…) el aprendizaje no es el orden de lo comunicable sino que es el orden del encuentro, del acontecimiento.
Es este el combate vital para la lucidez (Morin 1999)
Démosle entonces oportunidad a esta locura que despierta la lucidez y la posibilidad de recrearnos alrededor de las NTIC, como lo fue el libro en otros tiempos. Y si no …¿para qué estamos en esta Diplomatura?
BIBLIOGRAFIA
ANTELO, Estanislao. Instrucciones para ser profesor. (1999) Ed. Santillana. B.A.
CASTELLS, Manuel. La era de la información. (1997) Tomo I, Economía, Sociedad y Cultura; Cap 1: “La revolución de la tecnología de la información”
……………………… Prólogo: La red y yo.
GROS, Begoña. De cómo la tecnología no logra integrarse en la escuela a menos que…cambie la escuela. (2004) Jornadas Espiral. Barcelona.
MORIN, Edgar. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. (1999)UNESCO. Disponible en URL: http://www.educant.org/espacio3/7saberes.pdf
DIPLOMATURA EN EDUCACIÒN Y TICS. MODULO 1. SESION 1 Y 2. FLACSO. (2008)
Las nuevas tecnologías de la comunicación están configurando un nuevo tipo de relación comunicativa en la sociedad y, por extensión, en los procesos de enseñanza y aprendizaje, pero no sólo en el proceso como tal, sino también en su organización, gestión y significado.
El nuevo paradigma de la S.I. se caracteriza por las metáforas de la interactividad, la descentralización, la conectividad, la virtualización, el almacenaje. El cambio de las formas tradicionales de procesamiento de la información emigran hacia la esfera digital. Y esto se da en un nuevo orden global que se caracteriza por el ritmo acelerado de los acontecimientos y la gran explosión científica y tecnológica que trajeron aparejados cambios en los sistemas de producción, distribución y consumo; la organización del trabajo, el empleo y la redefinición de las competencias; la cultura y la organización social; la política y la reconfiguración del poder; los modos de vida personal, las costumbres y pautas sociales de conducta.
Asi como en la primera revolución industrial la invención de la máquina a vapor fue el factor central, la electricidad lo fue para la segunda. (Castells, 1997). Hoy la revolución tecnológica se organiza en torno a las tecnologías de la información y la comunicación, conjunto convergente de tecnología en microelectrónica, computación, telecomunicaciones/transmisiones y la optoelectrónica (…) y la ingeniería genética. (Castells, 1997)
Frente a ello se abre necesariamente el debate sobre la influencia de estas tecnologías en todos los ámbitos de la sociedad, desde el económico al cultural, desde el político al formativo, abriendo nuevas formas de interacción entre las personas, nuevos mercados para el consumo, nuevas estrategias de formación y nuevas formas de ocio y diversión; debate necesario también sobre nuevos objetos simbólicos, nuevas formas de conexión y nuevas formas de organización de los escenarios en general, y en especial, de la educación; debate que no sólo pone en el tapete cuestiones técnicas, sino también humanas y sociales: las nuevas tecnologías de la información no son simples herramientas para ser aplicadas, sino que son procesos para ser desarrollados. (Castells, 1997)
Si prestamos atención a las mochilas de nuestros alumnos o a nuestros portafolios de docentes, comprobaremos con facilidad que en estos últimos años se ha producido un cambio en los materiales y herramientas que encontramos en ellos. Vemos cómo, además de lápices o cuadernos, otra serie de dispositivos comenzaron a ocupar una parte importante del espacio. Así celulares, memorias usb, cd, dvd, pendrive, empezaron a ser más frecuentes en el ámbito escolar. Y así también el DVD portátil, las play station, los joystick, la cámara digital, el mp4, la notebook, se sumaron, como otras herramientas tecnológicas, a la vida personal, familiar y profesional.
En algunos casos esta aparición – adquisición fue lenta (“ya me compré la compu….entré al siglo XXI – me contaba una docente); en otros fue más rápida. En esta galaxia de nuevas herramientas tecnológicas la experiencia no es homogénea para todos, ya que su incorporación ha sido diferente en distintos tiempos y geografías. Mientras en un pueblo de la puna, perdido en medio de los cerros, la escuela del lugar recibe computadoras desde un programa estatal cuando aún no cuenta con energía eléctrica pues vive gracias a la energía solar, en otra escuela de algún barrio de la ciudad, el gabinete de computación sólo es abierto y usado en la hora de informática. La sociedad informacional es más excluyente que incluyente: la brecha registrada entre sectores sociales y regiones geográficas crecientemente marginados de la distribución de los beneficios generados conforme se va consolidando con el nuevo modo de desarrollo. (módulo 1, sesión 1:12)
En lo personal el acceso a las nuevas herramientas tecnológicas se produce a medida que la capacidad adquisitiva lo permite o que descubro nuevas utilidades.
Pero a medida que son incorporadas se observa la existencia de una diferencia generacional con los alumnos teniendo el docente que adaptarse al uso de las máquinas como algo nuevo, mientras ellos crecen utilizando videos, juegos electrónicos, computadora, que forman parte de su vida, lo que hace que las dominen más rápidamente. Parafraseando a E. Morin (1999:39):
¿Quién hubiera pensado que la primera computadora programable, o el transistor fuente de la microelectrónica traería una revolución tecnológica con cambios tan acelerados y sin precedentes?
¿Quién hubiera imaginado que las NTIC tuvieran la potencialidad de distribuir conocimientos e información con tanta rapidez?
¿Qué docente hubiera imaginado que se vería ante el desafío de enseñar en una escuela moderna con alumnos de la era digital en los comienzos del siglo XXI?
¿Qué docente hubiera imaginado que necesite de la ayuda de sus alumnos para poder entenderse con las nuevas herramientas de la tecnología y la informática?
El cambio del rol del docente no es sólo una cuestión teórica, es también una cuestión emocional, ya que la necesidad de aprender a la vez que los alumnos, deja al descubierto mucho más de uno mismo que cuando se transmite un conocimiento previamente organizado. Pero además, los profesores no aceptan con tanta facilidad que la posesión de conocimientos es cada vez más compartida y sienten temor de perder autoridad y verse superados por los alumnos.
No cabe duda entonces que este nuevo panorama está transformando la ecología del aula y las funciones docentes. El desarrollo tecnológico nos está situando ante un nuevo paradigma de la enseñanza que da lugar a nuevas metodologías y nuevos roles docentes. Y no solo eso. Está la interacción que realizamos con las tecnologías de la información, que no sólo aporta información, sino también modifican y reestructuran la estructura cognitiva por los diversos sistemas simbólicos movilizados, favoreciendo habilidades cognitivas nuevas al ofrecer diferentes formas de codificar la realidad y potenciar el desarrollo cognitivo.
Es esta una nueva demanda a la función docente: el maestro debe autoreconocerse como un estudiante de por vida. Debe entender que, como educador en el siglo XXI, es responsable de su auto-formación. Tiene en sus manos la responsabilidad de fortalecer su rol actualizando sus conocimientos, métodos, estrategias, teorías y prácticas pedagógicas. Y para ello se necesita tiempo, como lo define con tanta claridad y sencillez Estanislao Antelo (1999:35): el que enseña es un experto en sujeciones. Apuesta a lo que puede suceder y cede ¿qué cede? Tiempo. (…) Para enseñar, el profesor toma y se toma su tiempo. También les da tiempo a los alumnos y se lo toma. Se dice que hay que respetar los tiempos de los otros. Se dice que hay que tener tiempo para preparar las recetas (…)el tiempo, además, tiene una particularidad. Está un poco loco. Si el tiempo está un poco loco, enseñar es estar un poco loco (…) el aprendizaje no es el orden de lo comunicable sino que es el orden del encuentro, del acontecimiento.
Es este el combate vital para la lucidez (Morin 1999)
Démosle entonces oportunidad a esta locura que despierta la lucidez y la posibilidad de recrearnos alrededor de las NTIC, como lo fue el libro en otros tiempos. Y si no …¿para qué estamos en esta Diplomatura?
BIBLIOGRAFIA
ANTELO, Estanislao. Instrucciones para ser profesor. (1999) Ed. Santillana. B.A.
CASTELLS, Manuel. La era de la información. (1997) Tomo I, Economía, Sociedad y Cultura; Cap 1: “La revolución de la tecnología de la información”
……………………… Prólogo: La red y yo.
GROS, Begoña. De cómo la tecnología no logra integrarse en la escuela a menos que…cambie la escuela. (2004) Jornadas Espiral. Barcelona.
MORIN, Edgar. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. (1999)UNESCO. Disponible en URL: http://www.educant.org/espacio3/7saberes.pdf
DIPLOMATURA EN EDUCACIÒN Y TICS. MODULO 1. SESION 1 Y 2. FLACSO. (2008)
23/6/08
28/5/08
AD SUM ... en latín: estoy presente.
Esa es la razón de mi blog: estar presente, estar atenta.
Comienzo este blogfolio porque, a decir de Estanislao Antelo, ENSEÑAR ES ESTAR. La escuela es una sala, una plaza que se ofrece generosamente. Ofrece una dirección, un domicilio ... igual que lo ofrece este espacio virtual.
ENSEÑAR ES ARCHIVAR. Siguiendo al mismo autor, archivar es juntar con, encuadernar, reunir. Como el objetivo de este blog: reunir reflexiones y producciones personales en el marco de la Diplomatura.
EDUCAR ES INSTRUIR (...) instruir es sacudir la quietud de las convicciones. ¿Cómo? Se trata de probar con otras herramientas. Se trata de construir con otros materiales, otros andamios...en este caso, los andamios de la comunicación digital.
ENSEÑAR ES HALLAR E INVENTARIAR LO HALLADO. El hallazgo necesita ser transmitido. Para eso es también este espacio del blog; trasnmitir, compartir, aprender.
PROFESOR:ARTISTA, CREADOR, INVENTOR, ARCHIVISTA Y OBRADOR DE UNA OBRA EN CONSTRUCCIÓN.
Esa es la idea al hacer mi blog.
(lo que está citado en cursiva pertenece al texto de Estanislao Antelo: "Instrucciones para ser profesor".Santillana. 2003)
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